Por muchas veces que haya escuchado la historia de nuestra institución, no puedo dejar de admirar a tantas personas que han contribuido al mantenimiento de su misión y han enriquecido su legado aportando su tiempo, capacidades y bienes.
¡Ha vivido muchas dificultades y las ha podido salvar! Esto nos anima y da esperanza.
El 2018 nos ha presentado un nuevo reto que pide mirar a los orígenes para proyectarnos en el futuro. Habrá que dar valor al patrimonio heredado, fruto del esfuerzo de los que han creído en su misión, para continuar con el compromiso de dar servicio a las personas. Lo podemos hacer con un equipo de profesionales experto y con vocación.
Es un honor dirigir la Fundació Santa Susanna. Estimo su proyecto.